Comunidades Noajidas: Elegir entre Procesos vs Proyectos
Según la definición, Los proyectos son conjuntos de tareas que se realizan una única vez para alcanzar los objetivos, mientras que los procesos son conjuntos de etapas que se repiten periódicamente para obtener el mismo resultado.
Cuando hablamos de los procesos, estos son mecanismos o dinámicas preestablecidas que están en curso, aunque siempre son susceptibles de innovaciones, o variantes, que son normales y necesarias en la evolución de cada comunidad. Se llevan a cabo durante ciclos, a veces largos, otras veces más cortos, eso depende de muchos factores, y se van perfeccionando, aumentando en complejidad mediante que las condiciones y adversidades así lo exijan. Al igual que los proyectos, también tienen un comienzo y un final, solo que se repiten constantemente.
Quiere decir esto que los procesos no deben ser rígidos e intransigentes, sino que, sin perder el cuidado de la calidad y ordenamiento, puedan ser innovadores y pro activos. El trabajo comunitario es un buen ejemplo de la puesta en práctica de hacer énfasis en los procesos antes que en los proyectos.
Los proyectos son eventos únicos con un inicio y un final definidos. Es decir, de acuerdo con la planeación, la estrategía y el uso de los procesos, se puede esperar un o unos resultados deseados, medibles. Son notoriamente innovadores, dinámicos, generan impacto a corto y largo plazo. Se pueden adaptar y desarrollar replicándose en otras estructuras, en otras comunidades por ejemplo.
Muchas veces hemos escuchado la frase: "La vida no es un destino, es el viaje" refiriéndose exactamente a este tema. ¿Qué tiene más relevancia? Muchas comunidades se están esforzando por desarrollar algún proyecto en comunidad, ya sea social, educativo, económico, etc. En ese esfuerzo, de alguna manera, se piensa que se va e encontrar la identificación y la unidad como grupo, algo que los defina.
Sin embargo, el emprendimiento de proyectos desde cero, con unas comunidades insipientes, con falta de comprensión del tema, "analfabetos", como definirían algunos críticos, de las siete leyes noajidas y por ende, con falta de compromisos y responsabilidades, porque carecen de la Visión que se necesita para el logro de los objetivos, se encaran ante la posibilidad de que muchos de sus miembros caigan en la queja, las malas críticas, el aburrimiento y la eventual desvinculación de la comunidad.
Obviamente, no todos los casos son iguales, hay proyectos que si han logrado superar las pruebas y, con sus altas y con sus bajas, aún se sostienen, aprendiendo de sus errores, pero siguen expectantes al logro de los resultados planeados. Recordemos que todo proyecto tiene su comienzo y tendrá su final.
En cambio, al trabajar con procesos, se garantiza el flujo constante de los suministros necesarios para el mantenimiento y cohesión del grupo. Ya sea en los grupos de estudio como en las actividades periódicas de la Comunidad. El empleo de las actividades grupales, preferiblemente presenciales, estrechan y fortalecen los lazos de amistad, afianzan, cada vez más, la identidad -aquello que los identifica y los resalta de los demás, de aquello que no quieren ser.
A lo largo del tiempo hemos visto como comunidades noajidas enteras se desmoronaron tras el fracaso de sus proyectos. Surgieron como algo innovador, pero la falta de unidad y conocimiento de los objetivos reales, es decir sin visión -uniforme- hizo que los ánimos se enfriaran pronto y comenzaran a ver más los aspectos negativos que los positivos, teniendo incluso, roces y desacuerdos con sus compañeros o instructores. Muchos de estos miembros pasan a formar parte de otros grupos que les resultan más llamativos y confortables.
Las actividades grupales en los procesos, en cambio, permiten que las personas se vayan capacitando gradualmente en el conocimiento y aplicación de los aprendizajes, sin sentirse presionados con el logro de objetivos en los plazos establecidos. Esto conlleva a una relación más sana, con los miembros de la comunidad, sus instructores, y, lo más importante, consigo mismos.
Puede que parezca que alguna Comunidad Noajida se ha quedado "estancada" en los mismos procesos pero eso sería una crítica de corta visión. Aunque no lo parezca, ese tipo de comunidades siempre están aumentando en número, sus miembros son cada vez más maduros y pasan a liderar otros procesos que ayudan a expandir los campos de acción de la comunidad, y ahora si, a realizar proyectos, lo que hace que los individuos se sientan útiles y que su esfuerzo está siendo valorado y recompensado.
Finalmente, los proyectos no deberían darse si no se han establecido los procesos previamente. Puede que lleve tiempo, pero la consolidación es tan primordial como los objetivos. Recuerda: "La vida no es un destino, es el viaje" así que hay que ponerse cómodo y disfrutar cada quien a su propio ritmo.
Algunos pensarán que estamos hablando de Minorías Creativas (concepto enunciado por el Papa Juan Pablo II según el cual se trata de núcleos de amistad, de trabajo, que no se diluyen por el entorno, sino que son capaces de iluminar y proponer al mundo una nueva manera de vivir). Pero en realidad, son conceptos que se han venido gestando y adaptando en todos los ámbitos, desde lo social hasta lo empresarial y se desprenden desde el gran rompimiento que hiciera el post-modernismo con movimientos como el llamado generación del 68, en el que el individualismo, entre otros conceptos subjetivos, de cada uno, allanaron los más diversos entornos y definiciones como los criterios de fe y moral: «el yo es el centro, sin maestros» pero eso es otro tema.
NOTA: Definitivamente NO tiene nada que ver con la teología del proceso, o filosofía del proceso ó pensamiento del proceso como también se conoce a esta teología planteada por Alfred North Whitehead (1861-1947), especialmente por Charles Hartshorne (1897-2000) y John B. Cobb (1925).
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