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Pensamiento Noajida es una plataforma digital que se enfoca en promover el estudio y la difusión del Noajismo. Una identidad espiritual, dentro del judaísmo, que se basa en la observancia de los siete mandamientos universales dados por Dios a Noé después del Diluvio y confirmados en la Torah de Moshé.

El Noajismo es un movimiento que se enfoca en la ética, la moral y la espiritualidad, y busca fomentar el crecimiento espiritual y la conexión con Dios. Pensamiento Noajida propende a crear un espacio de diálogo y reflexión para aquellos interesados en el Noajismo.

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Los Noájidas y su Rol en la Paz Mundial: Una Perspectiva Talmúdica


La búsqueda de la paz mundial ha sido una constante en la historia de la humanidad. Dentro de la tradición judía, existe un concepto fascinante que podría ofrecer un marco para la convivencia pacífica: los Noájidas, aquellos no judíos que siguen las Siete Leyes de Noé.

Las Siete Leyes y su Significado Universal

El Talmud, en el tratado Sanedrín 56a, enumera las siete leyes fundamentales dadas a la humanidad a través de Noé:Prohibición de la idolatría, Prohibición de la blasfemia, Prohibición del asesinato, Prohibición del robo, Prohibición de la inmoralidad sexual, Prohibición de comer carne de un animal vivo y el Establecimiento de cortes de justicia.

Estas leyes representan un código ético universal que trasciende las diferencias religiosas y culturales. El Rambam (Maimónides) en su obra Mishné Torá (Hiljot Melajim 8:10) enfatiza que cualquier persona que observe estas leyes por su origen divino tiene parte en el Mundo Venidero.

La Era Mesiánica y el Papel de los Noájidas

En la visión profética de la era mesiánica, encontramos referencias significativas sobre el papel de los no judíos en la paz mundial. El profeta Isaías (2:4) describe un tiempo en que "convertirán sus espadas en arados y sus lanzas en rejas de arado".

Este pasaje es interpretado por varios comentaristas como una época en que la humanidad alcanzará un entendimiento universal de los principios éticos fundamentales.

El Talmud, en el tratado Avodá Zará 24a, sugiere que en la era mesiánica, las naciones del mundo alcanzarán un nivel elevado de comprensión espiritual. Los noájidas, al adherirse a principios éticos universales, pueden verse como precursores de esta era de paz.

En Sanedrín 105a, encontramos una discusión fascinante sobre las naciones en el tiempo futuro. Los sabios discuten una aparente contradicción en los versículos proféticos. Por un lado, hay profecías que sugieren que las naciones dejarán de existir, pero por otro lado hay profecías que hablan de las naciones reconociendo a Dios en la era mesiánica. La resolución que ofrecen los sabios es que aquellos que oprimen a Israel dejarán de existir, mientras que las naciones justas permanecerán y reconocerán la verdad.

En Suká 52b, hay una discusión profunda sobre la naturaleza del Yetzer hará (inclinación al mal) en la era mesiánica. Los sabios discuten cómo en el futuro, el Santo, Bendito Sea, traerá el Yetzer hará y lo degollará frente a los justos y los malvados. Para los justos, aparecerá como una montaña alta, y para los malvados como un cabello delgado. Tanto estos como aquellos llorarán - los justos llorarán diciendo "¿Cómo pudimos conquistar una montaña tan alta?" y los malvados llorarán diciendo "¿Cómo no pudimos conquistar este cabello delgado?"

Lo interesante de estas discusiones es cómo se relacionan con el concepto de los noájidas:

En primer lugar, la discusión en el Sanedrín muestra que hay un lugar para las naciones justas en el futuro. Esto apoya la idea de que los noájidas, que siguen un código moral universal, tienen un papel importante en el plan divino.

La discusión en Suká sobre la eliminación del Yetzer sugerirá una transformación universal de la conciencia moral. Rashi comenta que esto afectará tanto a judíos como a gentiles, aunque de diferentes maneras.

También es relevante mencionar que el Rambam, en Hiljot Melajim (capítulos 11-12), integra estas fuentes talmúdicas en su visión de la era mesiánica. Él enfatiza que en esa época, "el mundo entero se ocupará solamente de conocer a Dios" (וְלֹא יִהְיֶה עֵסֶק כָּל הָעוֹלָם אֶלָּא לָדַעַת אֶת ה' בִּלְבַד).

Comentarios y Discusiones Sobre Sanedrín 105a:

El Maharsha (Rabino Shmuel Eidels, 1555-1631) elabora que la aparente contradicción sobre el destino de las naciones se resuelve entendiendo que habrá una transformación, no una destrucción total. Él interpreta que las naciones "dejarán de existir" en el sentido de que abandonarán sus antiguas identidades culturales basadas en la idolatría y el materialismo.

El Maharal de Praga (Rabbi Judah Loew, 1520-1609) en Netzach Israel ofrece una profunda interpretación: explica que las naciones que "dejarán de existir" son aquellas cuya existencia está fundamentada únicamente en el poder físico y material, mientras que las que permanecerán son las que reconocen una dimensión espiritual en la existencia.

Acerca de Suká 52b: Rabbeinu Chananel interpreta la metáfora de la montaña y el cabello delgado de manera única: sugiere que representa cómo la perspectiva sobre los desafíos morales cambiará principalmente en la era mesiánica. La misma lucha moral parecerá diferente en retrospectiva.

El Ritva (Rabino Yom Tov ibn Asevilli, 1250-1330) añade que el llanto de ambos grupos representa un momento de claridad suprema donde todos entenderán la verdadera naturaleza de sus decisiones morales.

La integración del Rambam:

El Rambam, en su codificación de estas fuentes, establece tres puntos fundamentales que han sido ampliamente comentados:

En Hiljot Melajim 8:11, establece que cualquier no judío que acepte las siete leyes de Noé y las observa cuidadosamente es considerado uno de los jasidei umot haolam (los piadosos de las naciones).

En 12:1, describe que en la era mesiánica no habrá guerras ni hambre, y la única ocupación del mundo será conocer a Dios.

En 12:5, explica que los sabios y profetas no anhelaban la era mesiánica para dominar el mundo o gobernar sobre las naciones, sino para estar libres para estudiar la Torá y su sabiduría.

El Rambam establece los siguientes principios en relación con la Era de la Redención: No se debe abrigar la idea de que en la Era del Mashiaj se anulará cualquier elemento del orden natural, o que habrá alguna innovación en la obra de la creación. Más bien, el mundo continuará de acuerdo con su patrón.

Aunque en Isaías se afirma: "El lobo morará con el cordero...", estas palabras son ​​una alegoría y un enigma. Significan que Israel morará seguro junto con los gentiles, que los oprimían o los odiaban en el pasado, y que son comparados con lobos y leopardos.... En esta Era, todas las naciones regresarán a la verdadera fe y ya no saquearán ni destruirán.

De manera similar, otras profecías de esta naturaleza concernientes al Mashiaj son analogías. En la Era del Rey Mashiaj, todos comprenderán lo que implican estas analogías y alusiones. Los Sabios de Israel enseñaron: "No habrá diferencia entre la era actual y la Era del Mashiaj excepto nuestra emancipación de la subyugación a los reinos gentiles".

El Raavad (Rabino Abraham ben David, 1125-1198) comenta sobre esto y añade una dimensión importante: sugiere que la transformación será gradual y que los noájidas jugarán un papel crucial en este proceso.

El Jafetz Jaim (Rabbi Israel Meir Kagan, 1839-1933) en su obra Shmirat HaLashon, conecta estas fuentes con una práctica de interpretación: argumenta que la difusión de las siete leyes de Noé en nuestra era es una preparación activa para la era mesiánica.

La interpretación del Maharal sobre la transformación de las naciones y cómo esto se relaciona con el mundo moderno globalizado

El Maharal de Praga ofrece una interpretación profundamente filosófica en Netzach Israel sobre la transformación de las naciones. Su análisis se basa en varios principios fundamentales:

En Netzach Israel (capítulo 25), el Maharal explica que las naciones del mundo operan en dos niveles distintos:

El nivel material (חומרי): representa el poder físico, la dominación política y el éxito económico.

El nivel formal (צורה): representa la dimensión espiritual y el propósito trascendental. El Maharal argumenta que en la era mesiánica, no es que las naciones sean parcialmente destruidas, sino que experimentarán una transformación fundamental en su naturaleza (ביטול).

Las naciones que existen puramente en el nivel material perderán su razón de ser, mientras que aquellas que reconocen y desarrollan su dimensión formal/espiritual continuarán existiendo en una forma elevada.

En su análisis del Sanedrín 105a, el Maharal introduce un concepto crucial: התבטלות (hitbatlut - auto-anulación). Explica que las naciones no desaparecerán literalmente, sino que su identidad basada en la oposición a lo espiritual se "anulará" frente a una verdad superior.

Un punto fascinante del Maharal es su explicación de por qué algunas naciones permanecerán: aquellas que mantienen una conexión con su propósito espiritual (צורה) tienen una existencia que trasciende lo meramente material. Estas naciones, sugiere el Maharal, son las que tienen el potencial de convertirse en verdaderos noájidas.

En Gevurot Hashem, el Maharal conecta esto con el concepto de שלמות (shlemut - perfección o completitud). Argumenta que la verdadera paz mundial solo puede venir cuando las naciones alcancen su shlemut, que ocurre cuando reconocen y viven de acuerdo con su propósito espiritual.

Esta interpretación del Maharal es particularmente relevante hoy en día porque:

Ofrece un marco para entender cómo las naciones pueden mantener su identidad única mientras participan en un propósito espiritual universal.

Sugiere que el progreso hacia la era mesiánica no requiere la eliminación de las diferencias nacionales, sino su elevación.

Proporciona una base filosófica para entender cómo las Siete Leyes de Noé pueden servir como un puente entre lo particular y lo universal.

Aplicación Contemporánea

En nuestro mundo globalizado, el concepto de las noájidas ofrece un modelo interesante para la convivencia pacífica, lo fascinante de estas interpretaciones es cómo ven el papel de los noájidas no solo como un estado legal o moral, sino como parte integral del proceso de redención universal.
  • Proporciona un marco ético universal que respeta la diversidad religiosa.
  • Enfatiza la responsabilidad moral individual.
  • Promueve la justicia social y el orden legal
  • Fomenta la unidad sin requerir uniformidad religiosa.
El Rabino Menachem Mendel Schneerson, el último Rebe de Lubavitch, enfatizó la importancia de promover las Siete Leyes de Noé como base para una sociedad moral y pacífica. En sus escritos y discursos, argumentó que estas leyes representan el fundamento para una civilización verdaderamente ética.


Conclusión

Los noájidas representan un modelo único de pluralismo religioso que podría contribuir significativamente a la paz mundial. Su adhesión a principios éticos universales, fundamentados en la tradición talmúdica, ofrece un puente entre diferentes culturas y religiones.

En un mundo que busca desesperadamente caminos hacia la paz, el concepto de los noájidas nos recuerda que la convivencia pacífica no requiere uniformidad religiosa, sino adherencia a principios éticos fundamentales compartidos por toda la humanidad.

Comentarios

  1. Hola. Interesante artículo. Sin embargo, me llama la atención la siguiente frase: "Los noájidas representan un modelo único de pluralismo religioso que podría contribuir significativamente a la paz mundial". ¿Cómo las leyes noájidas pueden implementarse en un contexto de pluralismo religioso si uno de los preceptos es no idolatría? sobre todo cuando sabemos que el cristianismo, en la mayoría de sus vertientes, viola ese precepto..., pero también podríamos citar al budismo que no cree en la existencia de Dios...

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    1. Muchos rabinos modernos interpretan la prohibición de idolatría de manera más flexible. Para ellos, esta prohibición se centra en el reconocimiento de un Dios único supremo, permitiendo que personas de otras religiones monoteístas cumplan este requisito aunque tengan diferentes conceptos teológicos. Algunos pensadores judíos contemporáneos definen la idolatría menos como adoración de otros dioses y más como la elevación de valores materiales o egoístas por encima de principios éticos universales. En lugar de centrarse en diferencias teológicas, se puede priorizar los valores éticos universales de las leyes noájidas que son ampliamente compartidos entre diferentes tradiciones religiosas. En sociedades pluralistas, las leyes noájidas pueden funcionar como un código ético voluntario en lugar de un sistema legal obligatorio, respetando así la libertad religiosa.

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