La Influencia Judía en la Declaración Universal de los Derechos Humanos: Un Puente entre la Torá y el Mundo
La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 y la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 son dos documentos fundamentales en la historia de los derechos humanos. Aunque separados por más de 150 años, comparten objetivos similares pero también presentan diferencias significativas. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por las Naciones Unidas en 1948, es un documento fundamental que establece los derechos inalienables de todos los seres humanos. Lo que muchos desconocen es la significativa influencia judía en su creación y cómo este documento refleja valores arraigados en la tradición judía y las leyes noájidas. Los valores éticos antiguos, particularmente aquellos derivados de tradiciones como el judaísmo, han demostrado tener una notable capacidad para traducirse y adaptarse a contextos modernos y globales, especialmente en el ámbito de los derechos humanos. Esta adaptación no solo demuestra la perdurabilidad de estos principios,