Este diálogo se refiere a la naturaleza global y amorfa del noajismo, que aún no se ha codificado en un conjunto específico de prácticas religiosas. Si bien todas las comunidades y mentores rabínicos están de acuerdo con las Siete Leyes de Noaj como su doctrina básica, cada comunidad ha asumido su propio carácter y prácticas rituales consistentes con las orientaciones teológicas y políticas de sus mentores rabínicos y las metas y deseos de los líderes locales de las comunidades noajidas. Sin embargo, mientras unas comunidades adoptan, erróneamente, comportamientos y ritos propios del judaísmo, algunas otras conservan las estructuras y estilos de culto de sus comunidades religiosas anteriores.
Además, miles de noajidas alrededor del mundo no pertenecen a ninguna comunidad física, sino que participan en el noajismo de manera virtual a través de seminarios y webinars. Por lo tanto, queda por ver si las diversas facciones rabínicas y los grupos noajidas locales se fusionarán en una religión mundial unificada con reglas claras de ritual y doctrina o se transformarán como semilleros de liderazgo social.
Lo cierto del caso es que, aunque ya Maimónides incluyera el concepto de Bnei Noaj en la codificación de la Toráh, no es hasta mucho después que se comienzan a evidenciar pequeñas comunidades de no-judíos dispuestas a regirse por las 7 leyes de Noaj sin pretender llegar a una conversión. Según Maimónides, al igual que se exige a los judíos que sigan la Ley Mosaica y observen todos los mandamientos de 613 dados en la Torá, los no judíos están obligados a observar las Siete Leyes originales de Noé. Un no judío que mantiene estas leyes será considerado un “gentil justo” y tendrá un lugar en el “mundo venidero”.
Desde la Israel antigua se observa el estatus de Ger Toshav, como se designaba a los gentiles justos que convivían en la tierra de Israel, pero no eran judíos. Este estatus les daba alguna garantía legal que les permitía cierto tipo de transacciones y sana convivencia. Luego, con las invasiones romanas, conforme los judíos emigraban y se asentaban en las provincias romanas del Imperio, cierto número de paganos comenzaron a aceptar la fe de la Torá, algunos se convertían al judaísmo, mientras que otros eran parte de estas comunidades aceptando las siete leyes de Noé a quienes se los denominaba como "temerosos de Dios"
Ya en tiempos más modernos, la idea del noajismo, como una religión, en lugar de una discusión puramente teórica en la ley judía sobre el estatus legal de los no judíos, estuvo en cabeza del rabino cabalista italiano Elijah Benamozegh como uno de los grandes exponentes del noajismo de la Europa del siglo XIX, autor de libros como “Ger Tzedek” (El prosélito justo) y también “Israel y la humanidad” así como el trabajo de su discípulo Aime Palliere quién también fue un importante difusor de esta enseñanza durante la década de 1920-1930.
Más recientemente, en la década de 1980, El Rebe de Lubavitch, Menachem Mendel Schneerson, promovió, a nivel mundial, las Siete Leyes de Noé como un código moral universal para toda la por mehumanidad dio de Jabad. De estos se destacan organizaciones como Asknoah, desde el año 1999, a cargo del Dr. Michael Schulman, con la supervisión rabínica del Rab Moshé Weiner, quien en 2004 inicio la primera compilación halájica integral de un Código de Leyes de la Torá (en forma de "Shulján Aruj") para gentiles, titulada "Sheva Mitzvot HaShem” que en 2008 se traduciría como “El Código Divino”. En Canadá, a cargo del fallecido Rabino J. Immanuel Schochet.
En el año 1991 se funda el Instituto Gal Einai, del hebreo "abre mis ojos”. Este nombre se adoptó del verso: “Abre mis ojos para que pueda contemplar las maravillas de tu Torá” (Salmos 119: 18). Este Centro se encuentra dirigido por el Rabino Itzjak Ginsburgh, también para la enseñanza y difusión de la Toráh no solo en las comunidades judías sino para todo aquél que quiera acercarse genuinamente y aprender el mensaje universal del judaísmo para las naciones.
En el año 2012, el rabino Moshe Perets establece una red rabínica para el alcance del Noajida con sede en Israel, para participar en el proyecto junto con el rabino Moshe Weiner. En américa latina el trabajo incansable de rabinos como Tuvia Serber, Ariel Groisman y el rabino Tomer Rotem entre otros. Del mismo modo los rabinos de Breslev, en cabeza del rab Shalom Arush, también hacen parte de los impulsadores del movimiento noajida estableciendo comunidades en distintos países. Otras organizaciones religiosas sionistas, incluido el Instituto del Templo llevan más de 25 años celebrando conferencias internacionales para noajidas.
En el año 2015 se crea el Centro Noajida Mundial –Brit Olam con la dirección actualmente del Rabino Oury Cherki con presencia en más de 80 países. Así también se creó la Academia Noajida de Jerusalén, bajo la dirección del Rabino Moshé Perets, con proyectos noajidas por todo el mundo, principalmente en países de Africa y Asía. En el año 2016 se funda el Grupo Global Luz a las Naciones para dictar capacitación rabínica y realización de eventos Noajidas (bodas, declaraciones, desarrollo de comunidades Noajidas y grupos de estudio).
Ya en el año 2018 se celebra la Tercera Conferencia Mundial Noajida de la Academia inaugurando el King David World Peace Center y estableciendo programas de capacitación para las comunidades noajidas guiándolas a la consolidación de ONG’s alrededor del mundo y para monitorear las actividades en desarrollo, recibiendo los proyectos y mejorándolos de acuerdo con las directivas del Centro de Jerusalén. Desde el año 2022 se dictan cursos on-line a través de la Yeshivá Noajida Orach Chaim a más de 32 países inscritos y el Programa de Estudios Noajidas Yoreh Deah.
Hoy en día hay muchas más instituciones judías difundiendo y capacitando comunidades noajidas por todas partes, así como la creación de libros y la traducción de otros a cargo de prestantes rabinos que son autoridad a nivel mundial.
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