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La Cuarta Revolución de La Toráh (Parte I)

 Con el Rab Itzjak Guinsburgh

 
 El concepto de la Cuarta Revolución significa que estamos en un periodo, en el que ya han ocurrido otras "revoluciones" de la Toráh que la precedieron, todas pertenecen a las enseñanzas de Toráh.

LA PRIMERA REVOLUCIÓN:

Cuando se entregó primero la Toráh a Moshé en el Sinaí, se entregaron 613 preceptos al pueblo de Israel, y otros 7 para toda la humanidad. Pero junto con la Toráh escrita, los Cinco Libros de Moshé -el pentateuco-, y que posteriormente fueron agregados los Profetas y las Crónicas, y esto es lo que se conoce como el Tanaj o la Biblia Hebrea, en conjunto es la Toráh escrita, y es llamada así porque fue entregada para ser escrita. Pero ninguno de los preceptos de la Toráh puede ser cumplido como debe ser, como es el deseo de Dios, pues resultaría imposible como poner los tefilín o cumplir cualquiera de los preceptos de la Toráh sin la tradición oral.

Ahora, por una razón muy clara para el Dador de la Toráh la tradición oral debía permanecer oral y nunca ser escrita. Estaba prohibido escribir la tradición oral, debía ser pasada de boca en boca, de generación a generación. Esta es la intención de la tradición oral -en cierta manera para que sea orgánica y pueda crecer y desarrollarse como una forma viva por sí misma, sin ser escrita en el Libro.

Pero, después de casi 2000 años que la tradición oral fue transmitida, de generación en generación, de esa manera, quedó claro para los últimos sabios de esa era, los Tanaim, hace unos 1.800 años, que si no se escribía en ese momento la tradición oral, la Toráh Oral, y se recopilaba, iba a ser olvidada. Las generaciones ya no iban a ser capaces de recordar la totalidad de la Ley Oral e iba a ser olvidada. 

Por esa razón, Rabeinu Iehuda Hanasí, tal su nombre, proclamó, permitió e instruyó que la Mishná, la esencia de la tradición oral, por primera vez en la historia sea escrita para que no fuera olvidada. Este es el motivo simple, pero todo motivo tiene algo detrás.

Esto significa que algo acerca de la enseñanza de la Toráh, que los sabios anteriores habían prohibido, ahora no solo es permitido, sino que hubo una total transformación, una metamorfosis en la enseñanza de la Toráh que ahora se volvió permitido y más todavía, el pueblo fue instruido a hacerlo para que la transmisión oral nunca fuera olvidada, jamás. Esto es llamado, La Primera Revolución.

LA SEGUNDA REVOLUCIÓN:

La Segunda Revolución de las enseñanzas de la Toráh es que hasta la época de Maimónides, e incluso, siete generaciones después de él, estaba totalmente prohibido para un sabio recibir una remuneración física par estudiar Toráh. Cada erudito judío tenía que trabajar para el sustento, para vivir, y estudiar Toráh en su propio tiempo, pero sin recibir algún tipo de soporte físico de la comunidad, es decir, recibir una tzedaká. No recibir caridad para dedicar su vida y su tiempo al estudio de la Toráh.

Maimónides era tan estricto en esta prohibición que dijo que el estudioso de la Toráh que recibiera tzedaká, que recibe apoyo de la comunidad para estudiar Toráh, mancilla el nombre de Dios. El erudito de la Toráh debía ser totalmente independiente. Más todavía, trajo ejemplos de los sabios anteriores que tuvieron que trabajar duro para vivir y estudiar Toráh en su tiempo libre, y eso santifica el Nombre de Dios, aunque debían trabajar duramente, porque es un sabio de la Toráh. Y esta prohibición permaneció hasta hace unos mil años.

Al igual que en la primera revolución, se llegó a la conclusión que si se seguía de este modo, Dios no lo permita, iba a ser olvidada la Toráh. Con todo lo bueno que es, que el estudioso sea autosuficiente, y que no dependa de recibir caridad de la comunidad, pero los hechos de la vida y de la sociedad son tales que de esta forma nadie podría dedicar su vida  a la Toráh, y por lo tanto, Dios no lo permita, la Toráh podría ser olvidada.

Por ese motivo los grandes sabios de las generaciones posteriores a Maimónides, como el Rab Iosef Caro, el autor del Código de la Ley Judía, lo hizo permisible e incluso lejatjila, permitido de entrada, pues ahora es un precepto positivo recibir un estipendio de la comunidad por estudiar Toráh.

Si los estudiosos pueden ser independientes, tener su propio sustento, quizás por una herencia u otra forma, es preferible. Pero a toda persona que desee dedicar su vida al estudio de Toráh, le es permitido e indicado recibir soporte de la comunidad.

LA TERCERA REVOLUCIÓN:

Esta Revolución y fue la autorización para que la mujer pudiera estudiar Toráh. Recordemos que en la proximidad de la llegada del Mashíaj, hay una tendencia femenina en la Toráh misma que es positiva y absolutamente necesaria, según la Cabalá, para traer la redención.

No se produjo sino hasta hace unos 100 ó 150 años que no había una educación formal para la mujer en la tradición judía. La mujer era educada en el hogar, como antes con la tradición oral, la educación de Toráh era transmitida de madre a hija, pero no había educación formal, ni sistemas escolares para niñas y mujeres.

Por este motivo llegó el momento en que muchas niñas eran llevadas a la educación secular, y por esa causa se alejaron de la tradición de los padres. Fue por eso que los grandes sabios de esa época determinaron que era absolutamente necesario que haya, no solamente educación elemental para las niñas, sino incluso educación superior de nivel universitario, Yeshivá para mujeres.

Así lo explicó el Rebe de Lubavitch, no es algo que sucedió por necesidad, sino por una verdadera transformación en la esencia femenina. Tuvo lugar una evolución positiva, como está dicho en la Cabalá: Para que llegue el Mashíaj debe haber una igualdad entre hombres y mujeres, e incluso después de su llegada en un estadío posterior, el lado femenino estará más arriba que el masculino. Esto se manifiesta como una educación de la Toráh formal y superior para la mujer. esto es la tercera revolución de la enseñanza de la Toráh.

LA CUARTA REVOLUCIÓN:

Ahora estamos entrando realmente, yendo en pos y trayendo la redención con el Mashíaj ya. Y la forma es enseñar Toráh y despertar las chispas esparcidas en todo el mundo. Además de todos los judíos forzados, llamados Bnei Anusim, no solamente ellos tienen que regresar a sus fuentes, a sus orígenes, porque ellos fueron apartados por la fuerza, pero hay miles de millones de personas que no son marranos o Bnei Anusim que tienen una chispa interior que tiene que ser despertada.

Y mientras esa chispa no sea despertada, que sean reconocidos y sean Uno con la Toráh y parte del pueblo judío, cumpliendo su misión de traer la Toráh a todo el mundo, esto está dicho en las enseñanzas jasídicas, evita y se interpone a la llegada de la redención verdadera. Es necesario para que se produzca la redención.

Cuando un No-judío se convierte al judaísmo, la expresión en la Toráh es guer hamitgaier, "un converso que se convierte". La pregunta es: ¿Por qué  dice así y no un "no-judío que se convierte"? La respuesta es que un sabio de hace mil años, llamado el Maharal de Rotenberg, Rabi Iehudá HaJasid dijo que la expresión "un converso que se convierte" es porque siempre fue un converso. Nunca fue un no-judío siempre fue un potencial converso porque desde que nació tiene esa chispa escondida, oculta y surge en cierto momento de su vida. 

Esto es así porque Dios supervisa y tiene un propósito para todo, que nosotros desconocemos. Entonces esa chispa que estaba dormida, en un momento de la vida se enciende y despierta. Es imposible saber cuántas de esas chispas dormidas hay en el mundo, miles de millones, pero no solo los Bnei Anusim.

Esto es el fenómeno general más reciente, por todo el mundo, miles de millones de personas dejando sus tradiciones porque reconocen estar desilusionados de aquello que heredaron, de las enseñanzas que recibieron, y están muy abiertos espiritualmente a buscar la verdad. En todo el mundo se abren los corazones. Cada vez más gente se encuentra desilusiona de las creencias que les enseñaron y esto es una tendencia que significa realmente que el Mashíaj ya está en camino.

¿Qué corresponde hacer?

Simplemente difundiendo la Luz de la Toráh. Esta generación tiene la obligación de despertar esas chispas dormidas, esparcidas por todo el mundo. Este es el tiempo de encender todas las chispas y la forma de encender es esparcir y difundir, no solo las cosas simples de la Toráh, sino los más profundos misterios de Ella. Porque esos profundos misterios de la Toráh son los que encienden esas chispas.

Esta es la Cuarta Revolución: La enseñanza de la Toráh a todo el mundo, no solo al pueblo judío. Enseñando los 613 preceptos para los judíos y los 7 preceptos universales al mundo entero.





Comentarios

  1. Es bueno despertar así me sentía
    Ahora me siento más orientado
    Lo recibo y me siento en el camino correcto
    Con un norte

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  2. Gracias, por compartir sabiduría, siendo el pueblo escogido para ser luz a las naciones y digo amén por la pronta venida del mashiaj y por que son un pueblo muy especial kadosh.Ustedes con su forma de ser motivan mi ser para seguir sus pasos .
    Reitero mi gratitud.
    Shalom

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  3. Gracias por ésta oportunidad de pertenecer y conocer más de Torah , y correr en el Creador del Universo único D_os.

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