El noajismo, o mejor dicho los no-judíos, llamados mejor los Hijos de Noaj (descendencia de Noé) como se conoce a todas las naciones del mundo que no son judías, tiene su fundamento histórico, desde la perspectiva judía, en el relato del pacto de Dios con Noé y su familia, al salir del Arca luego del Diluvio. (Genesis 9). Se basan en los 7 Preceptos de las Naciones ó Leyes Universales: Al menos 6 de estos preceptos ya eran conocidos por Adán, el primer hombre, aunque no poseían el estatus de Pacto y no son explicitados en el Genesis a Noé sino hasta después del diluvio universal, causado por la desobediencia de la generación. En este momento fue dado un séptimo precepto que es el de cuidar la naturaleza. En el Talmud Babilónico (tratado Sanedrín, cap. 7) se explica que todos los 7 preceptos están codificados en Genesis 2:25. Estos siete preceptos fueron asumidos por los descendientes de Noé bastantes siglos antes de la entrega de la Toráh en el monte Sinai. Todas estas ideas pueden der