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Shiur: Sin modales, no hay Torah. Sin Torah, no hay modales.


Dice el talmud que el Jatam Sofer (es un acrónimo de Chiddushei Toiras Moishe Sofer y significa "Sello del Escriba". Se trata del nombre de Moses Schreiber (1762-1839)) tenía un secretario que era muy altanero por dos razones: Primero, porque era el secretario famoso del rabino y segundo, porque uno de sus tíos era un magnate, dueño de un banco.

Entonces, cuando el Jatam Sofer se dio cuenta de lo que sucedía lo mandó llamar y le dijo: Si poseyeras el estudio de tus rabinos y la fortuna de tu tío, yo entendería tu altanería, sin embargo, tienes el estudio de la Torah de tu tío y la fortuna de tu rabino, entonces, ¿por qué tanto orgullo?

Del estudio de la Mishna (Pirkei Avot) Cap 3 Mishna 17 de La ética de los Padres

A propósito de esto, Eleazar ben Azariah, dijo, Capítulo 3 Mishná 17:

“Si no hay Torah, no hay modales, y si no hay modales no hay Torah.”

Si no hay sabiduría, no hay temor, y si no hay temor, no hay sabiduría. Si no hay conocimiento, no hay comprensión, y si no hay comprensión, no hay conocimiento. Si no hay pan, no hay Torah, si no hay Torah, no hay pan.

Se refiere a que cada una de estas cosas son necesarias, cada una ayuda para la existencia de la otra y la complementan

Sigue en la Mishná 18: Él solía decir: “Todo aquel que su sabiduría supera a sus acciones, ¿a qué se asemeja? A un árbol de ramaje frondoso y escasas raíces. El viento vendrá y lo arrancará y le dará la vuelta. Pero todo aquél que sus actos superan a su sabiduría ¿A qué se parece? A un árbol de poco follaje y muchas raíces. A pesar de que todos los vientos del mundo vengan, y soplen sobre él, no lo podrán mover de su lugar”

como está escrito en Jeremías cap 17: 7-8

“Bendito el varón que confía en el Señor, y cuya confianza es el Señor mismo. Pues será como árbol plantado junto a las aguas, y que extiende sus raíces hacia la corriente: por tanto, no temerá cuando venga el calor, sino que será verde su follaje; y no se preocupa en el año de sequía, ni deja de dar fruto.”

Entonces, “Si no hay Torah, no hay modales, y si no hay modales no hay Torah.” Todo depende de la Santa Torah.

¿Por qué lo llamaron un luto para Egipto si en realidad era un duelo para el pueblo judío? Porque los Canaanitas vieron que los judíos, a pesar del gran poderío militar que los acompañaba, en lugar de quedarse a pelear con ellos y expulsarlos de su tierra, se regresaron para Egipto, porque estaban vinculados al pueblo de Egipto en ese momento. Esto hizo que los pueblos del mundo reconocieran que el pueblo de Israel se comportaba de acuerdo con lo ordenado por Dios, y se ganaron su respeto. Israel tenía todo a su favor para expulsar a los Cananeos de sus tierras, contaba con el apoyo del ejército de Egipto y sin embargo, hicieron todo como fue decretado por Dios para ellos.

Cuenta el libro de Bereshit que Abraham e Isaac habían hecho pacto con Abimelec para que sus pueblos no tuvieran enfrentamientos y se respetaran el uno al otro, como está escrito en Bereshit 26. Abimelec vio que tarde o temprano la promesa de HaShem se haría realidad para el pueblo de Israel y que ellos tomarían posesión de Canaan. Por eso el pueblo Gilgacita, uno de los 7 pueblos que los conformaban y donde estaba Abimelec, abandonó esa región antes de que llegara el pueblo de Israel a luchar contra ellos, como está escrito en Vaykra Rabá cap 17

De ahí la pregunta ¿Por qué lloramos cuando fallece un tzadik? ¿Acaso no se abre para él camino hacia el Gan Eden? Cuando muere una persona común, la gente llora, pues no se sabe si esa persona es digna de entrar al Jardín del Edén. Ahí, nuestro llanto ayuda a aliviar su situación en el momento en que se presenta frente a la Corte Celestial.

Al respecto, Rashi dice que es una Parashá cerrada (sgura) porque al callarse la voz de Yaacov con su muerte, fue como si la Torah (de Shem y Ever) también se hubiera ido. Yaacov no alcanzó a revelar totalmente los hechos que vendrían al final de los tiempos, así como lo referente al Mashiaj. Los hijos de Israel estaban entristecidos, sus corazones se cerraron por la inminente esclavitud que vendría sobre su pueblo, y es que un judío sin Torah, es un esclavo.

En el libro de Bereshit se describe el gran nivel de los patriarcas y nos enseña los pasos a seguir. Abraham es el Pilar de la Bondad, Isaac, el pilar del temor a HaShem, y Yaacov, el pilar de la Torah. Por eso los judíos lo recuerdan tres veces al día con el rezo Semoné Eshre (rezo de las 18 bendiciones) para no olvidar que se deben seguir sus pasos.

La Torah comienza con el libro de Bereshit donde se narran los actos de los patriarcas y recién después, en el libro de Shemot, describe la esclavitud en Egipto, luego, la redención y la entrega de la Torah. Todo esto para enseñarnos que el comportamiento correcto de la persona es una condición previa para poder recibir la Torah y para que esta se mantenga en nosotros.

Otro punto importante, es que el llanto que se derrama por la muerte de los tzadikim, es por nosotros mismos, que quedamos en este mundo como un rebaño sin pastor. Si la persona no tiene un guía, un maestro que le señale el camino y corrija sus actos, prontamente caería en la esclavitud de las vanalidades del mundo.

Los hijos de Yaacov comprendieron que, sin la Luz de las palabras de su padre, pronto sucedería lo advertido acerca de la esclavitud, y por eso se apesadumbraron sus corazones, llenos de temor y tristeza, por la oscuridad que venía. Como escribió el rey David: “Lámpara es a mis pies Tu palabra y Luz a mi camino. Una persona sin Torah se vuelve un esclavo.

A diferencia de las bendiciones de Moshé antes de morir, en el relato de la muerte de Yaakov no está escrito: “Y estas son las bendiciones con las que Yaacov bendijo a sus hijos…” sino que empieza a enumerarlas sin más preámbulo. Los sabios dicen que esto es debido a que la verdadera bendición es la Torah, y ya que en el tiempo de Yaacov la Torah no había sido entregada aún, Yaacov representaba el pilar de Torah, por lo que al partir Yaacov de este mundo, también la Torah se iría con El, dejando al mundo en oscuridad. Como dice de sus hijos que cerraron sus ojos.

En cambio, cuando murió Moshé Ravenu, la Torah ya había sido entregada y así Moshé estuviera muerto, la Torah se quedaba y todo aquél que deseara beber de su Sal podría hacerlo.

El Tzadik es la Luz en el lugar donde está. Y así no se trate de judíos, o de personas que traten la Torah, pero cuando muere un Tzadik se siente el vacío, y se lamentan por esa Luz que se perdió en ese lugar.

De todo esto entendemos, que la Torah solo puede establecerse en aquellos que se preparan y se convierten a sí mismos en un recipiente digno para recibirla. En cambio, la persona que intenta aferrarse a los dos extremos de la cuerda, es decir, por un lado, aferrado a las vanidades de este mundo y por otro lado desea degustar el sabor de la sagrada Torah, con su propio comportamiento evita que la Torah se establezca y que perdure en la persona, y en su caso, la Torah no tiene característica de Bendición. Porque esa persona no se esforzó por mejorar sus rasgos de carácter y por superar sus deseos para convertirse en un recipiente adecuado para recibir la Torah.

De La corona de David HaMelec, se dice que era muy pesada, pues tenía todo tipo de piedras preciosas y muchas perlas. Era tan pesada que el mismo David no podía llevarla en su cabeza, en cambio esta flotaba sin tocarlo. Pero ¿Cómo fue posible que el rey anterior a David si pudiera llevar la misma corona sin problemas? Los comentaristas dicen que la causa es que el rey anterior no tenía el mismo nivel espiritual que David y que mejor estaba familiarizado con las vanalidades del mundo, por lo que no sentía el "peso" de las cosas materiales, a diferencia del Rey David que era muy espiritual y al que si le costaba interactuar de la misma manera con la materialidad del mundo. Por eso su corona flotaba sobre su cabeza.

En cambio, en los tiempos de Moshé, después de salir de Egipto, el pueblo había retornado a Dios y aceptado el yugo del Cielo, y por lo tanto merecieron que la Bendición permaneciera con ellos, a pesar de que Moshé había muerto.

Por esta razón, dice Rashi, esta parashá es cerrada y no se escribió “Y esta es la Bendición”.

Hay una historia de Rabbi Yehosua Pinto, en Marruecos, que se dedicaba al estudio diario de la Torah, una noche, mientras estudiaba Torah, un ladrón árabe intentó entrar a su casa con la intención de robar. Desafortunadamente su pie resbaló y cayó desde el techo enredándose con la cuerda de colgar la ropa y murió ahorcado. No queda ninguna duda de que fue el mérito del estudio de Torah lo que salvó al Tzadik y a su familia.

Porque, como es sabido, la Torah protege y salva de todo mal a quienes la estudian. La persona que dedica su tiempo al estudio de la Torah, incluso cuando se va a descansar, en el Cielo se le considera como si continuara estudiando. Porque las almas de los tzadikim se elevan al cielo mientras el cuerpo duerme y continúan estudiando Torah.


La Muerte de Esav

Ahora bien, Esav vio en la muerte de su hermano como la oportunidad para atacar a Israel, pues pensó que al morir el Tzadik ya no habría más Torah para Israel, como dicen los sabios en Sotá 13ª, que Esav pensó que el lugar donde sería sepultado Yaakov era un lugar que le pertenecía a él. Sin embargo, su propio sobrino le dio una bofetada tan fuerte que le arrancó la cabeza a Esav, rodando hasta los pies de Yaacov.

Entonces ¿De dónde sacó fuerzas Esav para pensar que podría levantarse en medio de la Corte real egipcia, el ejército y el pueblo de Israel? Esav sabía que cuando la voz de Yaacov se escuchaba sus manos perdían la fuerza, y que cuando la voz de Yaacov se callaba, entonces la fuerza de sus manos regresaba. Esav se equivocó al pensar que el pueblo de Israel había abandonado los estudios de Torah en el tiempo tan largo, de 70 días, que duró el luto por la muerte de Yaacov. Por eso Esav se levantó y los cuestionó por la pertenencia del lugar de la sepultura, pero se equivocó porque en el Cielo no consideraron exagerado, ni innecesario, el largo llanto por la muerte de Yaakov Avinu, sino que por el contrario lo vieron como una obligación del momento.

Además, esa era Ley en Egipto en esos días, y la Ley del reino es la Ley. También, es muy probable que, durante esos días de luto, se hayan puesto a estudiar Torah para la santificación y elevación del alma de Yaakov.

Vemos que por la equivocación de Esav, fue castigado y que eso fue lo que provocó su muerte. Ya que trató de robar lo que no le pertenecía. Sus malas intenciones obraron en su contra.

De todo esto reconocemos, que hay situaciones en que HaShem no pasa por alto de que se deje de lado el estudio de la Torah, y esto lo vemos, por ejemplo, con la muerte de Moshé Ravenu, cuando Yehoshua lloró durante muchos días hasta que se debilitaron sus fuerzas y se olvidó de las guerras. Entonces, el pueblo de Israel decidió bajarlo de su puesto. En este caso, HaShem no estuvo de acuerdo con el duelo prolongado de Yehoshua y le ordenó que pusiera fin a su llanto.

De lo aprendido con lo que sucedió a Esav, debemos tener en cuenta hasta qué grado debemos cuidarnos del pecado de descuidar el estudio de Torah ¿Para qué? Para que HaShem no le permita que los otros pueblos no vayan a tener la posibilidad de levantarse en contra de nosotros, por la fuerza que obtienen por nuestro descuido.

En última instancia, solo el estudio de Torah y las buenas acciones, serán el testimonio de cada uno de nosotros luego de los 120 años, como está escrito en Isaias 58: 8 “Entonces sí, amanecerá, como el alba, tu luz, y brotará repentinamente el remedio de tu mal; tu justicia también irá delante de ti, y la gloria del Señor será tu retaguardia.” Porque la Torah es llamada justicia y también está escrito “Dichoso el que llega aquí y su estudio está en sus manos” (Rav Yosef en Pesajim 50ª)

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