Revelando el Corazón: Donde la creencia se encuentra con la acción - Rab David Lau
La Toráh Oral nos enseña que hay un mal comportamiento entre la persona y el Creador. Podemos pedir perdón al Creador en Yom Kipur, mediante la oración y la caridad. En cambio, si alguien hace algo malo a otra persona, a sus amigos y a sus semejantes no basta con pedir perdón a Dios en Yom Kipur, no es la forma. A éstos hay que pedirles perdón, a la propia víctima y amigos.
Cuando una persona no se comporta con los demás de la misma manera moralmente ¿Acaso realmente está creyendo que todos fuimos creados por el mismo Dios? Seguro que no.
El comportamiento de una persona, como persona, digamos como alma viviente –como dice la Biblia- revela lo que cree. Esto es también lo que nos enseña el versículo. Dice que amamos al prójimo como a nosotros mismos porque: Yo Soy Dios. Esta es la verdadera razón por la que hacemos esto, lo hacemos porque creemos que Dios nos creó, pero también creó al amigo, y es la misma dimensión. Así nos juzga Dios. El mandamiento proviene del Creador, quien nos creó y nos dio la vida. También al compañero que está a mi lado.
La relación que tenemos con Dios se juzga a través de la relación que tenemos con nuestro prójimo. Y cuando pensamos de esta manera, en nuestro prójimo, que él también fue creado como yo, por el mismo Dios, el Único Dios que nos creó a todos, seguramente nuestro comportamiento será mucho más ético y llevará al mundo a un lugar mejor.
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